OpiniónArkel Benítez

Justicia para Litzy Cordón y su familia

Justicia para Litzy Cordón: MI HIJA CRECERÁ EN UNO DE LOS PEORES PAÍSES DEL MUNDO PARA SER ADOLESCENTE Y MUJER. SE DEBE INSUFLAR CULTURA, DESDE EL HIMNO NACIONAL HASTA INFUNDIR CASTIGO AL SUSTITUIR LAS ACTUALES PENAS POR LA PRISIÓN PERMANENTE REVISABLE.

Vaya por delante mi indignación y consternación ante el execrable asesinato de ésta niña. Dios con su familia. Sobran o simplemente no hay palabras que apenas lleguen a comprender la inimaginable agonía de la nena y el sufrimiento que atraviesa su familia. Todo el peso de la ley actual para quienes perpetraron esta aberración.

Como sociedad debemos terminar con ese desequilibrio de las relaciones desiguales de poder que embaraza por la fuerza, que agrede, que viola, que secuestra, que se ensaña contra las mujeres y que se aprovecha para ejercer más violencia por delitos similares que los hombres cuando la víctima es mujer. Solo hay dos maneras de reducir esta cuestión: CULTURA PORDOQUIER y RIGOR DE LA LEY, en una frase: ESTADO DE DERECHO.

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Añadir en la estrofa del Himno Nacional: “Y A LAS MUJERES SE ATREVIERE A NO RESPETAR” tras la frase en la estrofa «hay de aquel que con ciega locura sus colores pretenda manchar”, es tan solo uno de los muchos hitos con los que insuflar cultura de respeto por las mujeres. Introducir simbología e iconografía en elementos que calan hondo es crucial, ya no se diga reformar el currículum nacional base en educación y debatir sobre la cuota de las mujeres en términos de discriminación positiva (por si pensaban que lo del Himno es mera ocurrencia).  

Hay un feminismo extremo tan despreciable como el machismo, ninguno de los dos construye. Entre el fuego cruzado de ideologías “vanguardistas” que desacreditan el género e ideologías rancias inmovilistas que frenan la igualdad de oportunidades de género, en Guatemala siguen ocurriendo atrocidades como el caso de la pequeña Litzy Cordón. ¿Con qué ideología la traemos de vuelta a ella y a miles de niñas y mujeres?  

Sé que nos duele e indigna. Pero no caigamos en la demagogia de la castración química y la pena de muerte que, humanamente, son reacciones espontáneas, pero que el Derecho y el avance del pensamiento civilizado, han logrado ir limando. Seamos realistas. La salida legal y de punto final en este tema es: la PRISIÓN PERMAMENTE REVISABLE, y yo le agrego: con trabajo remunerado para la indemnización de la familia de por vida.

El LeyMotiv de esta cuestión es que los asesinos del tipo del delito que nos atañe, no pueden estar sueltos y trabajar por hobby para cumplir el tenor literal de la Constitución que exige que se reformen y se reeduquen. El Derecho Penitenciario contemporáneo es más que un castigo final, incorpora una visión estratégica pragmática en el que haya un mecanismo lógico para la no repetición y para la reparación digna de la víctima y la reivindicación ante la sociedad.

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