El Centro de Gobierno: El Centro de Desgaste

El Centro de gobierno: No se puede tapar el sol con un dedo. La estructura del gobierno está definida en la Constitución y en la Ley del Organismo Ejecutivo, por lo que la Presidencia de la República no debería crear órganos que se solapen con las atribuciones de otros órganos que además tienen rango constitucional como es el caso de la Vicepresidencia de la República y los Ministros de Estado.

No hay ninguna razón para crear un “Centro de Gobierno” que se constituya como el superministerio para supervisar a interferir en las competencias de los demás órganos del Estado. Guatemala carece de un Ministerio de la Presidencia o de la división entre una Jefatura de Estado y una Jefatura de Gobierno. Las funciones políticas y administrativas del gobierno están concentradas en el Presidente, quien las delega a nivel nacional en su Vicepresidente o Ministros y, a nivel internacional en su Canciller o mediante la concesión de plenos poderes para otros funcionarios.

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Con pena ajena y suma vergüenza, vi la entrevista que un medio de prensa le hizo al Director del famoso “Centro de Gobierno” y no me extraña que la Corte de Constitucionalidad vaya a entrar a revisar si dicho órgano atenta contra la Constitución. Pero además del ya claro despilfarro de recursos que significa dicha entidad (por no hacer ni dejar hacer), me preocupó la expresión de dicho Director al aseverar que su posición se justifica por la confianza que el Presidente de la República le tiene. La pregunta obligada es: ¿Desconfía entonces el Presidente de todo su gabinete para depositar con exclusividad la confianza de los asuntos del Estado en este personaje?

Es necesario que la Corte de Constitucionalidad siente precedentes en casos que evidentemente constituyen una afrenta contra el Estado de Derecho y que empañan la seriedad que requiere, ni más ni menos, la Presidencia de la República. En este momento que necesitamos reactivar la economía, es preciso que los inversores nacionales sientan confianza y no la confusión que proyecta la imagen caprichosa de un joven inexperto cuya personalidad lo lleva a entrar en choque político ya no solo contra Ministros sino contra entes de control gubernamental como la Contraloría General de Cuentas. ¿Y los diputados dónde están para fiscalizar a este personaje?

Presidente Giammattei, al tiempo que le deseo sinceramente una pronta recuperación de su salud, le solicito que reconduzca la administración del gobierno y disuelva el inservible “Centro de Gobierno” que solo sirve de para ser un Centro de Desgate.   

Roberto Arzú García-Granados

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